Vale que no son lo más cómodo del mundo y que se rayan más fácilmente que tu amiga con un par de chupitos a las 5 am, pero eso de rebuscar en la estantería hasta dar con el que quieres, sacarlo de su funda, ponerlo en el plato y disfrutar del característico sonido de la aguja sobre él... ¡uff, gustazo!
Eso sí, convertirte en tu propio “DJ in the house” es bastante más caro de lo que nos gustaría: hacerte con un vinilo ronda entre los 20-30 €. Y eso sin hablar de ediciones especiales, limitadas o vinilos a lo “Santo Grial”.
Por suerte, con Flandr, podemos conocer a otros apasionados de la música e intercambiar discos, a 0€ y eso, ¡es un doble gustazo!
Te dejo una pequeña selección de discos, pensados para 5 momentos especiales:
- Noche con amigos: The Smiths – Hatful of Hollow (1984)
- Relaxing time: A-ha | Hunting high and low (1985)
-Por fin en casa: Love of Lesbian – 1999 (o cómo generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna)
- Energía a tope: Muse – The 2nd Law (2012)
- Momentos, ejem… íntimos: Madonna – Erotica (1992)
Postureo, viejos románticos o simple coleccionismo.
Llámalo X. Pero lo que está claro es que los vinilos han vuelto, y eso mola.